sábado, 31 de diciembre de 2011

¡Feliz año nuevo!

Otro año más, queridos amigos, otro año más. Aunque siempre intento persuadirme de que este día no es más que un número en el calendario, un día como otro cualquiera, al final por unas o por otras algo se me pega del entusiasmo que predomina en tan señaladas fechas. Quizá sea el cóktel de alcohol, drogas y polvorones que se ha ido acumulando en mi cuerpo desde el 24 de diciembre lo que me hace contagiarme del espíritu navideño, o quizá sea el sentimiento de empatía colectiva, o quizá las lucecitas que cuelgan por las calles, yo qué sé lo que será... El caso es que aquí ando tecleando en mi ordenador a falta de una inspiración más original y diciendo lo que dicen todos: que le den por culo a 2011.

Os deseo a todos los que leáis esto y a los que no lo leáis, a todos los amigos, a los enemigos, a los artistas, a los que al menos lo intentan, a los que la tienen tan gorda que no encuentran dónde meterla, a los que tienden la mano, a los que apuñalan por la espalda, a los honestos, a los hipócritas, a los vagabundos, a los políticos, a los banqueros, a las prostitutas, a las amas de casa, a los padres de familia y a los crápulas de botella en mano, a toda la gente, en fin, una feliz nochevieja y próspero año nuevo.

Sed buenos.

Y si sois malos: invitad!!

martes, 29 de noviembre de 2011

¡Se acabó el chollo!


Empiezo a leer las noticias. Y empiezo a cabrearme. Comienza el saqueo de Roma, amigos... Antes incluso de que se haga el traspaso de poderes ya se nos adelantan algunas de las impopulares medidas económicas que se van a adoptar para afrontar la crisis. Y, ¿quién las va a pagar?¡Pues nosotros, claro que sí!

Como ya ha quedado claro el papel de los políticos en nuestro país (y en nuestro sistema) no voy a detenerme a dar nombres, ya que queda bastante claro que estamos ante la consagración del poder absoluto y unilateral del billete (y los que lo tienen). Para no irme por las ramas, una de las medidas es crear más peajes, o sea, privatizar las carreteras. Una de las razones es que hay que mantenerlas y no hay dinero y la otra “que no las paguen todos los ciudadanos y sólo los que las van a utilizar”. Claro, a este paso viajar a Albacete por la A-3 va a ser un lujo que no todos se puedan permitir.

No ha sido suficiente duplicar el precio de la gasolina, subir los impuestos del tabaco, no será suficiente cuando pongan a mil nosecuántos funcionarios de patitas en la calle (eso va a ocurrir, tiempo al tiempo). Después del festín pantagruélico, de la época dorada del euro, del derroche casi surrealista de las instituciones, de la corrupción urbanística como costumbre (¿para que vamos a gastar sólo mil millones si podemos gastar 1500?), después de la Gran
Tomadura de Pelo, el esplendor de Europa se nos va de las manos. Hay que coger al toro por los cuernos, hay que hacer pagar a toda esa gentuza por las comodidades que han tenido; qué injusticia que hayan estado utilizando las carreteras sin pagar, que se quieran fumar un cigarrito cuando les apetece, que quieran operarse de apendicitis por la cara...

Recuerdo que estuve una vez en Brasil, en Itapé Tininga, un pueblo de más de cien mil habitantes, cuyo único contacto con el resto de la civilización era una autopista de peaje. El que no tenga dinero para pagarlo no sale de ahí... ¿a que es gracioso?

Porque claro, como decía mi amigo Carlos López, toda esta clase alta de banqueros y millonarios, los dueños del planeta (que parece ser que sí son de este planeta y tienen nombres) han decidido abolir el Estado, al menos el estado del bienestar, porque no les sale rentable, y ellos no van a pagar de su bolsillo la incompetencia del ser humano medio. Utilizarán todas sus armas para llevarlo a cabo y seguirán manipulándonos como han hecho hasta ahora, haciendo creer al pueblo que se gobernaba a sí mismo (¿habrá leído el Tao esta gente?).
Estamos asistiendo a la privatización progresiva de todos los organismos públicos, al envejecimiento de una civilización que conquistó el mundo y lo puso a sus pies para que tú puedas tener la Playstation 3 o un Iphone. Esto es el fin de una era, pero nunca sabremos con certeza a dónde coño estamos yendo. Algunos dicen que después de la tormenta volverá el comunismo, ¿tú que crees?

domingo, 20 de noviembre de 2011

El discurso que debió dar Rajoy

Se van a enterar de quiénes somos en Europa. Nos van a oír. ¡Porque somos una gran nación, españoles, y ha llegado el momento de estar a la altura de nuestra grandeza! No olvidéis que hace no tanto en nuestro Imperio no se ponía el sol, dominábamos un vasto territorio desde Filipinas hasta el estrecho de Magallanes, pasando por Bélgica y Marruecos; en toda Europa nos tenían temor y respeto gracias a nuestra Santa Inquisición. Nuestra nación ha sido la cuna de Grandes de la historia como Cervantes, Ortega y Gasset o Julio Iglesias, ¿cómo nos vamos a amilanar ante esta crisis de cuatro cuartos? Vamos a luchar como un pueblo de ciudadanos libres, iguales y civilizados, hombro con hombro, fomentando la liquidez, recortando el inútil gasto público en Educación, Cultura, Sanidad y Pensiones. Somos 43 millones de españoles y nos ha votado una mayoría aplastante de 10 millones de personas, por eso tenemos que sacrificarnos para superar el reto que nos espera. Bueno, mejor dicho: tenéis que sacrificaros. Vamos a gobernar para TODOS los españoles, sin distinción de color y de raza: aquí la única distinción es la que se lleva en la cartera, y eso es lo que vamos a demostrar. Que hay que bajar los impuestos porque nuestros banqueros y millonarios están con el agua hasta el cuello, y mantener un yate y tres mansiones no es cosa fácil, se necesita mucha dedicación y trabajo para sacar adelante un negocio como el Banco Santander, y eso hay que compensarlo. Estamos totalmente de acuerdo con los indignados del 15-M y de hecho hemos sacado muchas conclusiones de su ideario, por eso dentro de poco vamos a poner una celda especial para ellos en la comisaría Centro. Asimismo colaboraremos con todos los partidos aunque sean terroristas, rojos de pacotilla o catalanes de mierda; con ahínco, con liderazgo, con confianza en el futuro, con ganas de regenerar el gobierno y la reputación de nuestro país. Voy a darle un casto beso a esta señora que, según tengo entendido, es mi esposa, mientras os digo: tiempo al tiempo, amigos, no os preocupéis por el matrimonio homosexual, yo también tuve esa enfermedad y la superé gracias a Don Manuel, sin el que yo no habría logrado ascender en este partido, en el que llevo militando desde el Cretácico. Una vez más gracias a todos por apoyarnos y por votarnos. Estaremos a la altura de las expectativas, no os vamos a decepcionar: os estafaremos a todos de una vez.

viernes, 18 de noviembre de 2011

De elecciones y de sofás...


Me siento en el sofá de mi casa a ver las noticias de las 3.

Hoy hay Especial Elecciones: se cierra la campaña
y salen los políticos a soltar sus últimos embustes.

Todos prometen un montón de cosas,
hablan de que saben cómo superar la crisis,
se acusan unos a otros de haber creado la crisis,
dicen que Verdad sólo hay una,
pero en realidad cada uno tiene la suya.

El principal candidato de la oposición está confiado
porque sabe que este año le llega el turno en la fiesta del bipartidismo,
el candidato del gobierno en funciones se sacrifica por su partido
a cambio de quién sabe qué incentivos
y todos los demás partidos luchan por un puñado de segundos
en la parrilla televisiva.

Todos hablan de vencer al enemigo
(un enemigo muy variado, por cierto)
y el candidato independentista acierta diciendo
“el principal enemigo es el sofá”
mientras todos los televidentes aplauden sentados en el suyo

y yo también.

Tengo la sensación de que si voy a votar no va a servir para nada
y de que si no voy a votar tampoco va a servir para nada.

Pensaba que al fin y al cabo tendría alguna idea clara después de todo este tiempo,
pero no es así.

Sigo igual de escéptico, de apático,
no tengo esperanza en NINGUNA de esa gente,
sólo tengo una cosa clara
y un humilde consejo para ti
que estás leyendo esto...

Votes o no votes:

¡LUCHA CONTRA EL SOFÁ!

martes, 1 de noviembre de 2011

Mucho cuidado...

  Vivo rodeado de un fracaso constante. A veces pienso que mi vida es un naufragio continuo que nunca termina de consumarse. A mi lado veo a otros que se hunden, o que van en balsas, o que directamente no tienen ni un trozo de madera al que agarrarse. Gente grande, trabajadora, con ideas originales (o no), pero con ideas al fin y al cabo. Todos nadando en un mar de incertidumbre, todos intentando hacerse un hueco en este mundo salvaje, haciendo los trabajos más inmundos, aguantando como bestias, soportando el peso y el dolor, hasta que ya se confunden y no ven la diferencia entre las lágrimas que brotan de sus ojos y el sudor que cae de su frente, aguantando porque creen en un futuro mejor, porque creen que algo bueno les espera.

Y cada vez me gusta menos esa gente que se quiere a sí misma de manera casi pornográfica. Ésos que se alegran tanto de haberse conocido, los mismos simpáticos cabrones que jamás en su vida harían nada por ti, que estarían dispuestos a pisarte y pasar por encima tuyo si fuese necesario para conseguir una mierda insignificante (el éxito, quizás, o quizás sólo un trozo de pan duro). Porque el éxito es como el pan: al día siguiente de adquirirlo se pone duro y no hay quien se lo coma, y entonces sólo sirve para rallarlo y rebozar las croquetas con las sobras de la semana. El éxito es como una falsa promesa, y la gente acude a comerte como los gusanos a la manzana hasta que no queda nada de ti.

Menos mal que yo nunca tuve éxito, me lo prometieron muchas veces pero era mentira, intentaron comerme antes incluso de que tuviera nada (algo tan absurdo como intentar atracar a un mendigo). A mí no me gusta esa gente que promete y no cumple, los que desprecian a otra gente, los que faltan al respeto, los que se creen mejores y no tienen cojones para demostrarlo. He descubierto que hay que hacerse respetar, a veces, aunque uno no quiera, pero es así, al menos para mí. No todo el mundo es buena gente, eso es una mentira: hay que tener ojos en la nuca y lengua viperina, hay que tener la mente rápida y las ideas claras, y a veces hay que poner límites al que se pasa de la raya.

Mis escrúpulos son cada vez más pequeños y mi ansia más grande, ya no me ando con gilipolleces. Tened mucho cuidado conmigo...

...que quizá mañana me alegre de haberme conocido.

lunes, 17 de octubre de 2011

Revolución-Contradicción


Yo estuve en la mani del 15-0, como casi todo el mundo o, al menos, como mucha gente. Pero no fui como manifestante: fui como espectador. Necesito aclarar ciertas cosas y responder a ciertas preguntas (respuestas que seguramente a nadie le interesan). ¿Soy un indignado? Sí, lo soy, desde mucho antes que la palabra se pusiera de moda. ¿Soy un revolucionario? No, al menos no en el sentido que generalmente se le da al término. Yo soy, indudablemente, un escéptico, eso lo tengo claro. Es básicamente lo único que tengo claro. Y sí, fui a la mani del 15-0, y fui por obligación moral. Y por curiosidad. Pero una vez allí empecé a dudar (siempre esas malditas dudas, amigos) de que todo eso sirviera para algo. Que sí, que ocupar el espacio espacio público es algo que debemos hacer, que no se nos olvide que la calle es nuestra, en eso estoy totalmente de acuerdo. La acción de ocupar el Hotel Madrid, chapó, me quito el sombrero, por ahí van los tiros...


Pero fíjate tú que me apoyo en un banco de la calle Alcalá a escuchar las 3 batukadas simultáneas que luchaban por hacerse oír unas por encima de otras (una gran metáfora del ala izquierda de la política), y veo a mi lado a una chica de unos 20 años con su pantaloncito jipi y sus pendientitos y sus símbolos de la paz y su chapita verde, coreando entusiasmada los eslóganes revolucionarios, y de repente le veo llevarse a la boca uno de esos frapuccinos o como ostias se llamen, en fin, un café del Starbucks. ¿Sabéis lo que es el Starbucks? Una de las multinacionales más despiadadas de la hostelería, representante del capitalismo más salvaje contra el que rezan las consignas que la simpática jipi corea mientras sorbe inocentemente su pajita. Y ejemplos como éste, si nos ponemos nos tiramos toda la tarde... Entonces me da por pensar “¿es que acaso vivimos en una incongruencia total?¿cómo se puede luchar contra esta situación?¿realmente salir a la calle a tocar los tambores y cantar un poquito sirve de algo?¿cómo podemos quejarnos de los abusos del capitalismo si somos los primeros en financiarlo?¿es que somos gilipollas o qué?


Y me reitero: no soy anticapitalista ni capitalista, ni revolucionario, ni conservador, sólo soy un tipo que observa y que quizá a veces ve demasiado, por eso algunos dicen que cada vez que abro la boca pierdo una decena de amigos, pero bueno. Ya estoy acostumbrado a eso.


El caso, y ahí va mi humilde consejo, es que si luchas contra los mercados, no se trata de una lucha de batukadas y cánticos, es una lucha de billetes, de consumo. Deja de consumir las mierdas capitalistas de las que tanto te quejas y luego ponte a cantar.


Y eso que yo no he entrado en un Starbucks en mi puta vida. Eso sí, el mes pasado estuve en el McDonald´s...

lunes, 26 de septiembre de 2011

Malas influencias


Aquella noche Rudolf organizaba una fiesta en su casa. Vendrían el concejal Crimson y esposa, el matrimonio Mccoy con su retoño Michael, y la amabilísima señorita Pickles con su caniche. A las 5, con mucha puntualidad, estaban allí todos los invitados. Rudolf invitó a sus amigos a entrar en la casa y les enseñó toda la colección de piezas de caza que tenía colgadas por las paredes.


-Este majestuoso ejemplar lo cacé hace no muchos años, en la finca de mi primo...


-Este otro, como podéis ver, llama la atención por su prominente cráneo. Por eso lo he puesto encima de la chimenea: para que resalte más...


-Este de aquí es el primero que cacé, con dieciséis años. Le tengo un cariño especial...


Mientras mostraba sus trofeos todos asentían satisfechos, dando signos de aprobación. La mujer de Rudolf sacó té para todos y se sentaron a charlar agradablemente junto al fuego. El concejal y su mujer se sentaron al lado de Rudolf en el sillón grande, y el matrimonio Mccoy en un sofá contiguo. La señorita Pickles pidió permiso para subir a su adorable caniche al sofá y a Rudolf le pareció bien, así que lo puso sobre sus rodillas y empezó a acariciarlo suavemente.

Estaba siendo una velada estupenda, todos sonreían y, además, Rudolf estaba de un humor espléndido, contando anécdotas graciosas y haciendo las veces de anfitrión, cosa que le agradaba sobremanera. El querubín de los Mccoy llevaba toda la tarde callado, y Rudolf, que había oído hablar de la sagacidad del pequeño, estaba un poco extrañado de ese comportamiento. Con el afán de romper el hielo, comenzó a hablar con él.


-Bueno, pequeñín, te veo muy callado. Tus padres dicen que eres un chico muy listo, ¿qué te parecen mis trofeos?¿te gustan?


-No me gustan, Señor Rudolf.


Rudolf le miró extrañado y todos rieron políticamente, como diciendo “¡mira qué gracioso el niño!”.


-¿Y eso por qué? A mí me parecen muy bonitos y les tengo mucho cariño.


-Es que hay algo que no entiendo, señor Rudolf.


-¿Y qué es lo que no entiendes, hijo mío? -Rudolf estaba empezando a sentirse incómodo con la conversación, pero intentaba mantener las apariencias.


-No entiendo cómo puede tener cariño a algo que usted mismo ha matado. Es como si un asesino guardara los cadáveres embalsamados de sus víctimas y se los enseñara a sus amigos, ¿me entiende?


Rudolf soltó una carcajada sarcástica.


-¿Pero de dónde han sacado a este chico?


El matrimonio Mccoy aguardaba callado y rezando para sus adentros que su hijo no siguiera hablando. De aquella fiesta dependía que a Norman Mccoy le ascendieran a director de personal en la empresa de productos cárnicos de la que Rudolf era dueño.


-No le haga caso, señor Rudolf, es sólo un niño...


-No se preocupe, Norman, quiero escuchar lo que tiene que decir. -dijo Rudolf, que estaba contrariado, pero a la vez sentía curiosidad por el chico- Vamos, pequeño, suéltalo.


-A lo que me refiero, señor Rudolf, -continuó Michael- es que usted se cree muy civilizado, pero no es más que un salvaje que mata por placer, además de ser un exhibicionista. Nos invita a todos a un té mientras nos enseña cabezas de animales muertos y cree que eso es tener el gusto muy refinado. Si le digo la verdad, preferiría estar con unos mendigos bebiendo agua de las alcantarillas y calentándome las manos con el fuego de un bidón que estar discutiendo con usted acerca de esto...


Rudolf, perdiendo la paciencia, se levantó de un salto.


-¡Ahora sí que se ha pasado de la raya! Señor, Mccoy, voy a tener que rogarle que haga callar a su hijo.


El señor Mccoy cogió al pequeño, se lo llevó al hall, y le dio unos cuantos azotes con la zapatilla. Cuando volvieron, Michael estaba de lo más callado. Se sentó en el suelo y se dedicó a contemplar la conversación de los mayores que, después de un ligero tentempié, dieron cuenta de dos botellas de Chateau Latour. Un rato después ya estaban bastante achispados, la noche se estaba animando de nuevo y se había olvidado casi por completo el incidente. En un momento dado, el concejal Crimson observó, para gran regocijo, que el pequeño Michael se estaba portando muy bien y estaba muy calladito. Pronto se dieron cuenta de que ni siquiera estaba en el salón.


-No se preocupen, queridos amigos. Estará jugando.-Dijo tranquilizadoramente Rudolf, y acto seguido añadió- He de reconocer que su hijo, señor Mccoy, es un poco entrometido, pero estoy seguro de que tiene un gran corazón, como su padre.


-Gracias, Señor Rudolf, ¡usted me halaga!


Todos rieron y se dispusieron a hacer un brindis por aquella velada tan estupenda. El concejal comenzó un discurso sobre la moralidad y el buen trabajo de los hombres de bien como el señor Rudolf, cuando entró el Pequeño Michael con una bandeja de plata de las que había en la cocina, actuando como si fuese un camarero.


-¡Qué gracioso!-Dijo la señora Crimson.


-¡Realmente es un chico estupendo! -añadió la señora Pickles.


-¡Qué diantres!¡Brindemos por el chico! -exclamó el concejal, estusiasmado.


El pequeño Michael se puso en frente de la hoguera con su bandeja, causando mucha expectación entre los presentes.


-Señor Rudolf... he estado pensando en lo que dijo usted antes y he llegado a la conclusión de que tiene usted razón. Por eso le he traído un regalo para que usted me perdone. Espero que le guste...


El matrimonio Mccoy no cabía en sí de gozo, miraban a su hijo casi con las lágrimas saliéndose de sus ojos. Rudolf sonrió, satisfecho por haber sido tan buena influencia para el chico. La señora Pickles se acariciaba a sí misma, emocionada. El pequeño Michael levantó la bandeja. Había algo dentro pero estaba tapado por un gran paño y no se podía ver lo que era.


-¡Venga, chico, enséñanoslo! -bramó burlonamente Rudolf, que ya sentía el calor del vino subiendo por sus mejillas.


En ese momento, el pequeño Michael levantó el paño de la bandeja y todos pudieron ver lo que había dentro: era la cabeza decapitada del caniche sobre un charco de sangre negruzca, con la lengua colgando hacia un lado.


-¿Le gusta, señor Rudolf? ¡Es para su colección!

viernes, 23 de septiembre de 2011

Más allá del fracaso


25 julio 2011, para Ángel Vallejo


¡Escucha!

La prosperidad vendrá a buscarnos algún día
brindaremos con copas llenas
y nos reiremos del sufrimiento pasado.
El fracaso nos parecerá una broma
seremos viejos decrépitos y satisfechos
miraremos nuestras cicatrices con cariño
y una nostalgia risueña
invadirá nuestros corazones.

¡Escucha!

La lucha es nuestro único camino
hemos nacido para ser guerreros
para escupir palabras contra el viento
para plantar semillas en terreno baldío.
Por eso te digo, amigo mío,
que la desesperación se marchará
igual que vino;
tú serás director y yo, poeta:
se cumplirá nuestro destino.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Me la suda...


Me la suda si estás enfermo

me la suda si tu madre te ordenó hacer un recado

me la suda si tienes que pasar el cepillo por tu piscina

me la suda que quieras ser grande y te sientas pequeño.


El tamaño no es lo importante.

El tamaño es simplemente inevitable,

cada uno juega con lo que tiene:

acostúmbrate porque el juego funciona así,

no existe ningún secreto,

no hay fórmula mágica,

los genios no se despertaron un día siendo genios,

tu polla no va a crecer milagrosamente,

el amor de tu vida no va a ir a buscarte a tu casa,

no te van a premiar por ser capaz de algo

sino por intentarlo.


Y te voy a decir algo que debías saber

desde hace mucho tiempo:


La recompensa del cobarde es una patada en el culo.


viernes, 22 de julio de 2011

Lo místico de lo mundano (conversaciones sin principio ni final)

Para Sofía y Mahimi.



Un aire nuevo:

no para respirarlo
sino para vivirlo.


Gonzalo Rojas



La guerra de los sexos
la locura cuando se cuela en tu casa
llevarte bien con tu neurosis
el jabón de fregar
lo delicioso de la incertidumbre
un buen corte de pelo
los Gyspsy Kings en una estación abandonada
follar y dejarse de tonterías
gente inaguantable (pero, al fin, memorable)
hacerse otro
una fiesta de raveros surcando los canales de Amsterdam
(y las gogós en una lancha adicional)
muchos fotógrafos
lo onírico del recuerdo
decir lo que piensas sin pensar lo que dices
(y que no importe)
recordar cuando el abandono vino a buscarte
y no le abriste la puerta
las pasiones absurdas como los celos
o el miedo a perder el miedo
las tortas de arroz con sésamo
el agua bendita en el tercer estante a la derecha
afirmar preguntando
ver crecer la semillas
conocer
reconocer
despistarse
olvidar
encontrar
la gallina de los huevos de oro
la conspiración extraterrestre
la revolución
las sardinas con chopitos
el insomnio marrón
el placer de mirarse a los ojos
el placer de ser por y para los demás
de amar y ser libre a pesar de todo.

lunes, 4 de julio de 2011

3429



"El suicidio, primera causa de muerte externa este año en España" La Vanguardia, 4 de julio de 2011

3429. A través de ventanas y acantilados, con cócteles de bárbituricos o simplemente dejando el gas encencido, ahorcándose, electrocutándose en la bañera, cortándose las venas, pegándose un tiro en la boca. 3429 almas en pena. 3429 que tiraron la toalla. 3429 que dieron su última llamada de atención para no ser olvidados; pero aun así serán olvidados. Solo se recuerda un número en el periódico, algo para entretenerse mientras uno toma el café por la mañana antes de irse a trabajar. Pero en realidad es triste, muy triste. Reúne a 3429 personas en una plaza a que se quiten la vida así, sin más. Cada uno con su utensilio o su método, de la manera que más le guste, pero ojo, sin connnotaciones políticas ni mierdas de ésas. Nada de reivindicaciones ni discursos demagógicos, simplemente irse todos “pal otro barrio” como quien dice, como estos japoneses que quedan por internet para suicidarse cada uno en su casa, tranquilamente.

Pero, ahora fuera de coña, deberíamos preocuparnos, preocuparnos mucho por esta situación. Este año se han quitado la vida 3429 personas solamente en España, ¿cómo es eso posible?¿cómo hay tanta gente luchando por sobrevivir y tanta otra que hace todo lo contrario?¿qué pasa si el año que viene son 4500, y al siguiente 8000? Es la enfermedad de la desidia y la desesperanza, la depresión, la sensación de vacío, de inutilidad. Sé más o menos de lo que hablo: he padecido esos síntomas durante años y los sigo padeciendo de vez en cuando. Se podría decir que lo llevo escrito en mis genes; en mi familia hay un largo historial de autodestrucciones varias y es normal que cuando vea la cantidad absurda de almas que se han volatilizado voluntariamente durante el año, me sienta tocado por ello.

Sin embargo, para la opinión masiva, esto es (de momento) una curiosa anécdota. Es mucho más trágica la noticia de los 4 militares colombianos que han muerto en un accidente de helicóptero sirviendo a la Madre Patria (española, claro), los setecientos y pico asesinados de ETA a lo largo de nosecuántos años, el desastre del 11 S (o del 11 M, escojan el que más les guste), o que al jugador de fútbol de turno le dio un paro cardiaco en un partido de tercera división. No es mi afán desmerecer la muerte honorable de la gente, ni ninguna tragedia o desgracia. El que la tiene cerca la siente más, es así de simple. Lo que quiero destacar es que el suicidio (que no la inmolación o la eutanasia por una enfermedad terminal), el suicidio sin más no se puede manipular políticamente, y por esto mismo no es interesante para los políticos y prensa en general.

El que se suicida se suicida porque no ve futuro. Y no ver futuro en la existencia es un fatal síntoma que nuestra sociedad está mostrando cada vez más. No paro de escuchar en las conversaciones de la gente, “está todo inventado”, “ya no podemos hacer nada nuevo”, “el mundo está estancado” y yo me callo y pienso para mis adentros que toda esa gente se equivoca, o al menos quiero pensar así. Por eso veo a estos del 15 M o democracia real y, aunque no comparta gran parte de su ideario y la moralina que desprenden, me infunde una pequeña esperanza en que algunos creen todavía en la vida en el más acá. Recuerdo que una vez leía un artículo sobre un escritor (del que ahora no recuerdo el nombre) que defendió toda su vida el derecho al suicidio. Yo no voy a decir ni una cosa ni la otra: tan sólo que aquel aclamado escritor “suicidista” se murió de viejo. Saquen conclusiones...


Así que desde aquí todo mi ánimo a los suicidas del mundo. En vuestro caso la excepción confirma la regla: dejad para mañana lo que podáis hacer hoy.

sábado, 25 de junio de 2011

A vueltas con la revolución (o pensamientos de un lobo vegetariano)


Vamos a hacer un campeonato a ver quién es más revolucionario. Si no eres tan revolucionario como yo ya no eres mi amigo. Me haces sentir acomplejado por no ser tan revolucionario como tú. Si fueras verdaderamente revolucionario llevarías la chapita de la revolución en tu jersey o, por lo menos, la pancarta de la revolución en tu perfil de facebook. Mi canción de la revolución es mucho más revolucionaria que la tuya aunque yo no pudiese estar en la revolución porque tenía un resfriado. Hay que hacer pancartas de la revolución y llevar todos un paraguas del mismo color (color revolución, preferiblemente) para que se vea que somos la revolución. Hay que meterse en facebook y darle a “me gusta” en Spanish Revolution (a Mark Zuckerberg le encanta) o comprar un iphone para actualizar el estado de la revolución cada cinco minutos. Esto van dos revolucionarios y hacen un consenso, pero uno muere atragantado por un hueso de aceituna. Hagamos millones de propuestas revolucionarias y leámoslas por los siglos de los siglos: creemos el dogma del futuro que oprima a las generaciones venideras para que puedan hacer sus propias revoluciones. Mi abuela es más revolucionaria que mi hermano pequeño, pero él tiene más futuro que ella (es una cuestión de simple matemática). Hay que hacer las cosas por la causa sin pensar en el efecto, ¿quiénes son los verdaderos revolucionarios, los que empiezan la revolución o los que la siguen cuando los primeros abandonan? Revolución + Revolución / Revolución = Revolución.


Las ovejas por fin han abierto los ojos y quieren dirigir ellas mismas su rebaño.


Yo soy un lobo que se hizo vegetariano y mira a las ovejas con simpatía (y les desea suerte).

lunes, 20 de junio de 2011

El Horóscopo cabrón del Maestro Escroto


Consulta tu futuro con el horóscopo del reputado Maestro Escroto ¡Sin censuras ni faltas de ortografía!



Capricornio:

No te preocupes, te va a costar pero pillarás cacho: no hace falta que te pintes los labios como un putón. El alcohol no te sienta bien, pero si haces que los demás se emborrachen tendrás más posibilidades. Descubrirás quiénes son tus verdaderos amigos: nadie.


Leo:

Te duchas más a menudo y eso es bueno. Te irá bien en tu trabajo, y todo sería perfecto si tu novia no estuviese pensando en follarse a todo tu bloque. Encontrarás una china debajo de tu cama y eso te hará feliz por un rato. Incertidumbre.


Cáncer:

¡Felicidades! La recompensa que llevabas tanto tiempo esperando por fin ha llegado. Te la mereces, pero no te flipes demasiado. El amor llamará a tu puerta. Un consejo: no le des las llaves de tu casa.


Aries:

Ese look afeminado te sienta bien, pero ten cuidado a ver si al final vas a ser bujarra. Recuperarás viejas amistades; tu mejor amigo te robará una gorra pero te harás el despistado. Ten cuidado con los caprichitos. Agasajos.


Libra:

Tu exmujer se te aparecerá en sueños y te cortará la polla, y tu vecina de arriba intentará ahorcarse en tu balcón. Por lo demás, tendrás una semana completamente normal. Éxitos.


Piscis:

Saturno te subyuga. Descubrirás que estás más solo que la una y que eres un enfermo mental sin remedio. Esto te dará una inesperada energía para estafar a todo el que te encuentres y una extraña obsesión con las violaciones y los secuestros. Encuentros inesperados.


Tauro:

No tomes decisiones unilaterales. Tu estilo de vida precario puede afectar a una sociedad enferma y enajenada. Encontrarás el amor de tu vida en una manifestación, pero se te pasará después del orgasmo. Consensuarás algo.


Escorpio:

Eres mucho más feo y capullo de lo que crees. Puede que tu novia siga enamorada de un simio, pero como tú le bailas el agua se quedará contigo. Cambia de peluquero: puede que él sea tu peor enemigo.


Sagitario:

No te preocupes: tu novio es más rancio que un yogur caducado, pero en el fondo te quiere con locura. Recuperarás tu independencia con un nuevo trabajo. Prosperidad.


Virgo:

Limpiar retretes no es el trabajo de tus sueños. Sin embargo, empezarás a valorar otros aspectos positivos de la vida, como la suerte de poder pagar el alquiler de tu piso de 30 m2. Cambia de ropa interior: te hará bien.


Geminis:

Se espera mucho de ti. Perderás el miedo, pero no dejes de estar atento. Si te descuidas puedes convertirte en un gilipollas de los que siempre criticas. A ver si te mojas un poquito con los demás que siempre estamos igual. Viajes.


Acuario:

Tómate unas vacaciones. Comer todos los días con tus suegros puede no ser recomendable. Encontrarás un trabajo de mierda y estarás contento con ello. Desparasita a tu perro y cambia el aceite al coche: tu vida depende de ello.

domingo, 12 de junio de 2011

Reflexión del 15-M


Cuando queremos pronunciar la palabra “final” nos damos cuenta de que hemos vuelto al principio.


Algo así decía Saramago en su novela “La balsa de piedra”. Esta novela cuenta una curiosa historia: de pronto hay un inmenso crujido en los Pirineos y la península Ibérica se desprende de Europa para convertirse en una isla. A partir de ahí va vagando por el océano sin rumbo o destino conocido y, ¿saben lo mejor de todo? Los protagonistas ibéricos de la novela no lo llevan tan mal... ¡de hecho logran solucionar muchos de sus problemas!


Ahora recuerdo esta novela, escrita hace unos cuantos años, y percibo la capacidad visionaria de este escritor portugués. Al ver la situación de crisis en que nos encontramos, la amenaza europea de sacarnos del club de los “más ricos”, junto con Irlanda, Portugal, Grecia... la gente en la calle protestando en la puerta del Sol y demás plazas de todas las ciudades españolas. No sé si es mi impresión pero me da que España -como estado, pueblo, ente nacional, masa, o como coño quieran verlo- que últimamente no tenía otra obsesión que parecerse a la gran y próspera metrópoli europea, ahora está reivindicando de nuevo su espíritu provinciano y mediterráneo.


Yo he estado unos cuantos días en la Puerta del Sol, pululando por ahí. No puedo decir que haya estado trabajando por lo que llaman “Revolución”; simplemente he sido un observador, un simpatizante, un curioso. Los que me hayan visto en fotos que no se piensen que estoy comprometido con la política y todos esos rollos, porque se estarían engañando. La gente que verdaderamente está trabajando ahí no ha salido en ninguna foto (no tenían tiempo para posar). El caso es que en todo este tiempo no me había pronunciado a este respecto. Bastante gente me había pedido mi opinión acerca de la acampada y ahora, no sé si voy a darla, pero voy a hablar de ello.


La #acampadasol me ha parecido de puta madre. Un ejercicio de libertad en todos sus ámbitos, una explosión de creatividad y más tarde una megaexplosión de basura que salpicaba en todas direcciones, una pequeña burbuja de anarquía en el estómago del imperio, un grano en el culo del capitalismo. Como pasa siempre, los mismos que crearon el desorden quisieron ordenarlo y ahí empezaron los problemas. De pronto surgió la pregunta: ¿está el ser humano preparado para ser libre? Entonces los “revolucionarios” empezaron a crear leyes, cláusulas y reglas para gobernarse a sí mismos de la manera más libertaria y políticamente correcta posible. Los de seguridad se llamaban “Respeto” y los ladrones, “amigos de lo ajeno”; intentaban eludir la discriminación lingüistica en las asambleas recreando la censura... empezaron a aparecer comisiones, y después otras comisiones que se escindían de las primeras y todo se convirtió en un espectáculo de propuestas disparatadas para la revolución; de pronto se convirtió en la revolución de los vanidosos. ¿por qué? Porque la misma gente que gritaba “¡Televisión, manipulación!” a día siguiente hablaba con la prensa, se dejaba entrevistar y fotografíar como si nada. Yo, en mi caso, me la suda que me hagan fotos o me graben, ya le he regalado mi imagen a google, myspace y facebook, ¿qué cojones importa que El País también la tenga? El caso es que la llamo revolucion de las vanidosos porque han surgido tropecientas mil personas (artistas, músicos, poetas, masajistas, psicólogos, conspiracionistas, gurús, payasos) que no pensaban más que en su arte y se creían que haciendo canciones o pintando cartulinas o haciendo performance iban a cambiar el mundo, lo hacían pensando que el mundo les iba a recordar, que iba a recordar la Spanish Revolution. Gente por ahí me llegaba y me decía “el mundo está pendiente de nosotros”...

Lamento decir que el mundo no está pendiente de nosotros: para echarnos piropos están nuestras abuelas. Queda mucho trabajo por hacer, sobre todo a nivel interior. Dejemos de proclamar y seamos consecuentes con lo que somos. Sigamos, cada uno por su camino y todos por el mismo. Llevémonos bien: respetémonos, ésta es una lucha de individuos (¿o es que hay algún comunista por ahí?).


Ahora que se va a desmontar la acampada muchos van a llorar porque se han hecho una casa y una familia ahí, amigos que nunca olvidarán, momentos que quedarán grabados en su memoria para siempre... pero se supone que este movimiento no termina ahora. Los que verdaderamente quieren luchar saben que sólo es el principio de un largo camino, que lo duro está por venir... yo, personalmente, no quiero hacer política: solamente soy un cuentista. Sin embargo, mando todo mi ánimo y todo mi apoyo a esta gente, y cuando haya que salir a la calle a cagarse en la puta, allí estaré.


Salud y Rumba.


lunes, 6 de junio de 2011

VALIENTES EDITORES


Lo siento amigos, pero hoy no me sale de los cojones hablar de la Puerta del Sol. Ya tendremos tiempo para hablar de eso. Hoy tengo un compromiso con la poesía: es mi deber aportar mi granito de arena (este insignificante espacio perdido en la inmensidad de la red) para promocionar un evento muy interesante: la Pequeña Feria de Publicaciones “Valientes editores” que se celebrará el sábado 18 de junio de 17 a 23h en la Casa del Barrio (Carabanchel).


¿Y por qué valientes? Porque lo son. Y, como está tan de moda el tema este de la autogestión (entre otros lares, en el de la cultura, que es el mío) aquí tenemos un tropel de poetas, ilustradores, autoeditores, mecenas de la literatura subterránea que un buen día decidieron “yo me lo guiso, yo me lo como” y se pusieron a trabajar por su cuenta, a publicar sus libros, a organizar sus recitales pasando del culo del todopoderoso Mainstream. Y he aquí que de pronto se juntan un porrón de editoriales independientes de España y de otros lugares del planeta tierra para montar un pollo literario sin precedentes, completamente al margen del mercado comercial literario, un lugar de intercambio de ideas en el que la riqueza creativa, literaria, sociológica y política se encuentre libre de toda censura.


¿Quién es culpable de semejante empresa? Pues para empezar, la gentuza de Zoográfico editorial, la organización Salta Violeta y, en especial (voy a decir un nombre, uno sólo, lo siento por todos lo demás) el señor Rodrigo Córdoba, Pequeño y Valiente editor por antonomasia, al que debemos agradecer, entre otras cosas, la antología “Poetas en los Jacintos”, libro en el que ha plasmado lo que para mí es un movimiento literario muy interesante (y en el que, dicho sea de refilón, sin fardar, solamente para fardar, han sido publicados dos de mis poemas).


Así que nada más, queridos amigos. El 18 de junio ya saben dónde pueden encontrarme. Y el 17, para el que le apetezca se hará una fiestecita recital en la Casa de Los Jacintos para ir abriendo boca y oreja.


Nos vemos!


http://valienteseditores.blogspot.com/

viernes, 20 de mayo de 2011

El futuro está aquí


Decían que no teníamos futuro. La generación sin motivaciones, la generación a la que se le había dado todo hecho: una sociedad bien perfeccionada, con infinidad comodidades y posibilidades, con la capacidad de elegir entre miles de opciones: el color de tus pantalones, la marca de tu refresco, el banco al que rendir pleitesía el resto de tu vida, todo patrocinado por la seguridad de un sistema que te promete “un mundo feliz”. Y parecía que lo habían conseguido...


Pero las cosas cambian, amigos, y a veces la marea no se puede detener. Esta vez ha sido una marea de jóvenes desencantados y subestimados, una generación sobradamente preparada que ha sido prácticamente obligada a vivir al margen de la verdadera sociedad, ¿Quién quiere estudiar una carrera para ingresar automáticamente a las listas del paro?¿De qué sirve escribir o cantar o dedicarse a cualquier otro arte con un sentido medianamente crítico si es ignorado por los medios de comunicación que están en manos de los mismos de siempre?


Llegó facebook como colofón de las redes sociales, el gran triunfador mediático de este movimiento, trayendo una especie de democratización, un lugar en el que todos se pueden comunicar y compartir de manera independiente. Porque, como bien comentaba con mi amigo Rafael Lechugo, esta revolución es la de las nuevas tecnologías, en la que todo el mundo tiene acceso a una cámara, a una conexión a Internet y de ahí que miles de personas se reúnan en una plaza sin necesidad de ningún cartel y sin la publicidad de los medios tradicionales. Han intentado jodernos con la ley Sinde con excusas tan estrafalarias que provocaban una inevitable carcajada, han intentado prohibir la música en las calles de nuestras ciudades y, gracias a dios, no lo han conseguido.


Ahora me voy a Sol de nuevo, a sentarme en una plaza que también es mía y de todos los ciudadanos, una plaza que nos querían quitar para ofrecerla como escaparate a los turistas, al igual que media ciudad de Madrid. Voy a salir ahí a protestar y a formar parte de este movimiento de personas (personas, no partidos, ni ideologías) y a dejar bien claro que esto no es una revancha, que por mi parte no pretende ser eso, que simplemente es la voluntad de seguir hacia adelante, de adaptar la sociedad global al mundo que está cambiando (yo no quiero que cambiemos el mundo, solamente abogo por nuestro cambio; somos nosotros los que debemos cambiar para que este planeta no vuele en pedazos cualquier día de éstos), la voluntad de un relevo generacional en todos los ámbitos que tenía que ocurrir irremedablemente, tarde o temprano.


Así que ya sabéis, queridos, decid adiós al siglo XX. Hoy abro los ojos y creo ilusamente en la posibilidad de un mundo mejor y más justo.



¡Nos vemos en la plaza!



jueves, 5 de mayo de 2011

Mundo absurdo


Empieza la campaña electoral, amigos!


Más derroche, más promesas, más parafernalia, más mentiras... caminando por Callao me encuentro un monstruoso escenario digno de los Rolling Stones; un equipo de unas treinta personas yendo y viniendo, colocando micrófonos, tirando cables, poniendo sillas, ajustando paneles... no me quiero imaginar el presupuesto que maneja esta gente... para vender humo.

Y no sé por qué me da que a estas alturas ya nadie se va a creer nada de lo que digan, da igual cuántos decibelios tengan sus altavoces y lo grandes que sean sus pantallas; me da que las siglas PP o PSOE ya no significan nada para la gran mayoría, ¿a quiénes van a votar, a los que se metieron en la crisis o a los que no saben salir de ella?¿Cómo van a confiar en organizaciones que recortan el gasto social alegando falta de medios y, al mismo tiempo, firman facturas millonarias para eventos electorales?¿Es que estamos tontos o qué?

Babilonia está a punto de estallar. Hay músicos pidiendo limosna cada diez metros desde Gran Vía hasta el Palacio Real, y mimos, y payasos, y tullidos, y mendigos que venden ceniceros hechos con latas de cerveza, y “voluntarios” de Greenpeace y Cruz Roja y Acnur y Adena que te culpan por el lamentable estado del planeta, y hombres-cartel amarillos rezando “se compra oro” en cada esquina. Todo esto para nada; un millón de profesiones inútiles manteniendo un sistema más inútil todavía, todos pendiendo de un hilo a punto de romperse, todos educados y bien plantados hasta que la bomba estalle, el castillo de naipes se derrumbe y se conviertan en animales furiosos y salvajes, y luchen a puñetazos, patadas y mordiscos, con los ojos inyectados en sangre, por una miserable brizna de pan.


Pensando en cosas tan agradables iba caminando por el metro y de pronto me ha asaltado un grupo de comerciales analfabetos que querían enseñarme a leer. Casualmente he recordado a mi profesor de Lengua en el instituto: a él le sudaba la polla que aprendiésemos a leer o no. Leer es tan importante como caminar pero nunca quisimos valorarlo. Este profesor nos parecía cojonudo porque no nos exigía nada, porque no se preocupaba de enseñarnos nada, y ahora veo a esos tipos vendiendo la virtud de la lectura como una mercancía y me imagino a alguno de mis excompañeros más palurdos de la clase gastando sus ahorros en aprender a leer o, incluso, trabajando en esa empresa, y me digo, ¿es que estamos tontos o qué?


Recuerdo, en este momento, que otro día hace no mucho, me asaltó un tipo del Círculo de Lectores intentando venderme libros que, evidentemente, ni siquiera había leído. Me decía títulos de Dostoievski y Proust y Poe y ni siquiera sabía explicarme de qué coño iba la historia. Otra vez un tipo de la mierda esa de CEAC intentó venderme un curso de psicología: cuando le pregunté por Freud me dijo que no sabía quién era ese hombre...


Ya, me he ido por las ramas, pero no os ofendáis: leer esto os sale gratis. Sólo reflexionaba acerca de lo absurdo que me parece todo hoy en día. Gente vendiendo a otra gente cosas que no necesitan para poder comprar lo que sí necesitan a otra gente que no se lo quiere vender; miles de toneladas de pan y fruta pudréndose en vertederos suizos o austriacos o españoles (vean el documental “We feed the world”) y millones de personas muriéndose de hambre en el otro extremo del planeta. El que fabrica tus zapatos camina descalzo. Piénsalo.


Y eso es todo por hoy.

lunes, 25 de abril de 2011

Lacón con dreadlocks


Yo nunca he sido patriota, pero qué queréis que os diga... a veces uno llega a un sitio, y no se sabe si es por circunstancia, casualidad o simplemente, pura coña, se encuentra en el lugar indicado con la gente indicada; vamos, que de repente uno siente que forma parte de algo. Eso a mí me pasa cuando voy a Galicia y me subo a un escenario. Amigos: yo de mayor quiero ser gallego.


Y aquí va la ristra de agradecimientos para toda esa gente de allí, que ha hecho que durante unos días nos sintamos más artistas y más músicos que antes; todos esos que dan un sentido a todas las horas muertas en el local de ensayo, a los momentos de lucidez y oscuridad que pueblan los días y las noches de una banda (Alpargata) que anda siempre al borde de la hecatombe. Esa gente ha confiado en nosotros, nos ha ofrecido su cama y su plato; nos ha brindado su copa y su simpatía, ¿qué más podemos pedir?


Para empezar Mariano (¡Viva Mariano!) y Antonio del Café Seteflores, en Carballiño. Tocar allí es una tradición ya para nosotros y un verdadero placer (a pesar del gatillazo vocal que tuve la última vez). Su ambiente cultural, sus exposiciones (la última que vi, un ensayo fotográfico muy interesante sobre filosofía, política y religión) y su buen rollo desinteresado me recuerdan a mi bien querida Casa de los Jacintos de Madrid. Para continuar, El Bar Labranza, en Meiro (Bueu, Pontevedra) y su mecenas Rafa, ese tipo afable que desayuna Ducados y un vaso de Rioja. Un lugar, os lo digo, digno de los Blues Brothers: tiene una magia que no sabría bien cómo explicar pero que está ahí. Si algún día andáis por esa zona, id a comer a Casa María, la mejor ternera gallega que he comido en mi puta vida. Luego, cómo no, continuamos con nuestros amigos de Chotokoeu, grupo de fusión coruñés con el que compartimos escenario y borrachera en Mardi Gras y del que pronto se va a hablar mucho. Tengo que mencionar especialmente a Carlos Argibay (sin detrimento de los demás), el que ha estado moviendo todo el tinglado desde allí y nos ha pegado todo su entusiasmo y unos cuantos carteles... Chotokoeu, os queremos! Para terminar, el pueblo mágico de Castro Caldelas, cuyas paredes y habitantes desprenden arte a raudales, y el bar-pub Rubio, cuyo dueño, Yago, nos trató como auténticas estrellas. Tampoco me olvido de Natalia y Juan, dos guerreros de la cultura y principales instigadores del festival Pontelouco. Los putos amos...


Pero no podría concluir sin mencionar a mi primo postizo, el guitarrista Adrián Ribao, ex-compañero de batallas en Alpargata y siempre disponible para prestarnos el sonidazo de su Gibson, dándole el toque virtuoso y bluesero a nuestra rumba cojonera; siempre ahí pa lo que haga falta en compañía de la simpatiquísima Silvia, embajadora de la rumba en Orense.


Así que aquí finaliza esta entrada. Pido disculpas por el optimismo casi pornográfico que inunda el texto a los seguidores de mis desplantes, despotriques y habituales cagadas en Dios, pero es que esto también tenía que decirlo:


¡GALICIA CALIDADE!

miércoles, 13 de abril de 2011

¿Quieres que te de un consejo? No hagas caso de los consejos...


Sí, tío, me parecen muy bien tus canciones, están muy bien. Nada que reprochar a tus canciones, son estupendas. Pero eso no es suficiente. Tienes que venderte, tío, tienes que ir por los garitos a mariposear y a decirle a todo el mundo que eres el puto amo; tienes que buscar a la gente guay y hacerte su amigo, ya sabes, un par de cañas, un par de rayas, y ya es como si fueseis de toda la vida... ya, ya sé que no te va ese rollo, que no te sale tratar a la gente como de toda la vida cuando la conoces de 5 minutos, pero tienes que intentarlo. Tienes que saber que la música es lo de menos, lo que importa es el rollito, y nosotros hacemos pop. ¿Qué es el pop? 30% música 70% rollito, ¿es que no lo sabías aún? ¿Crees que si los Take That hubieran sido cojos, tuertos y jorobados hubieran vendido la cantidad absurda de discos que vendieron?¿Te acuerdas de Lokomía?¿Recuerdas algo de Lokomía que no fueran esos putos abanicos?¡Eso es porque Lokomía eran sólo unos putos abanicos!¿Que no quieres hacer música pop? Está bien: entonces aprende a tocar, o a escribir, o a cantar. Y si no, a hacer amigos como hacen todos. Sé un buen prostituto, sal ahí a contar chistes al personal y a tomar cañas con la muchedumbre, ensaya la mejor de tus sonrisas, prepara tus brazos para abrazar a tutiplén a gente de la que no recuerdas el nombre, y sobre todo, hazles notar que les estás haciendo un favor con tu presencia, que es un privilegio para ellos que te tires un pedo en su cara. Porque si vas de tío normal no va a funcionar, va a ser decepcionante para ellos, la gente quiere espectáculo 24 horas al día o nada, la gente quiere glamour y anécdotas hilarantes con celebrities de protagonistas, ¿Quién si no va a pagar la entrada de tu concierto?¿tu madre y tu prima?¿Que no quieres hacer ninguna de esas cosas?¿Que prefieres quedarte en tu casa leyendo un libro y tomando un café?¿No quieres ser una celebrity clase-c?¿Que lo que quieres es hacer arte?¡Coño, pues haberlo dicho antes, hombre!

martes, 22 de marzo de 2011

El gilipollesco mundo de los concursos

El mundo de los concursos literarios es profundo y tortuoso. Durante este mes he mandado textos a concursos de los más variado. Para ser más ilustrativos: un concurso radiofónico, uno de cartas de amor, uno de poesía humorística, uno de abogados, varios de microrrelatos, uno de relatos optimistas (soy un optimista acérrimo, aunque no lo parezca), uno de ecologismo y desarrollo sostenible y (no es broma) un concurso de relatos gays.

He esperado pacientemente la respuesta a mis plegarias: ganar un jodido concurso que no fuese el concurso de christmas que gané con quince años en el instituto y, dicho sea de paso, con un esfuerzo ínfimo. Tengo que darle las gracias a la profesora que me dejó ese día sin recreo para que terminara el trabajo (mi christmas consistía en una cartulina verde con la fotocopia de dos ángelitos de Rafael con pinta de aburridos pegada con pegamento pritt en plan guarro y una inscripción con tippex que decía “Feliz aniversario”. Cinco minutos de reloj, amigos...).

Pero no nos desviemos. El caso es que he estado invirtiendo, en este invierno, decenas de las valiosas (y, por otra parte, inútiles) horas de vida que me quedan en escribir y reescribir, retocar, corregir, y recortar escritos para que se adecuaran a las caprichosas y peculiares bases de cada convocatoria. “¿Para qué?” os preguntaréis. Pues para que me llegue, esta tarde, un correo electrónico diciendo que no he ganado el concurso (en concreto, el concurso de ecologismo y desarrollo sostenible), adjuntándome los relatos de los que sí han ganado. Pero eso no es lo mejor: lo mejor es que a estos ingeniosos mecenas de la literatura subterránea se les ha ocurrido hacer una edición colectiva con los relatos de la mejor calidad que no han sido premiados y (¡Sorpresa!) mi relato sí está entre los elegidos. Sin embargo (como era de esperar) no tienen presupuesto para la edición y por el módico precio de 50 euros (que saldrán, cómo no, de los bolsillos de gilipollas como yo) podrán sacar adelante la propuesta para regocijo de todos los escritores de pacotilla. Con la sangre todavía recalentada me he permitido escribir una escueta respuesta a esta gentuza, en la que, con mucha educación, les he dicho.


Gracias por su valoración, señores...

Pero mi vanidad y mi candidez todavía no han llegado al límite de comprarme mis propios libros: no me parece muy sostenible.

Suerte con la edición.


Pensándolo bien, el próximo concurso en el que participe, voy a organizarlo yo en persona, y voy a otorgarme el premio a mí mismo. Yo seré también el primer y segundo finalista y, por supuesto, me daré el premio de consolación. Ofreceré una exclusiva conferencia en mi habitación explicando el profundo y complejo contenido de mi obra y me homenajearé con un sonoro aplauso. Si es que ya me decía mi abuela que hay que ir a por lo seguro...

martes, 15 de marzo de 2011

¡Lo que van diciendo por ahí de nosotros!

Queridos amigos!

¡Este blog ya tiene 9 lectores! Para celebrarlo he recuperado un divertido documento de los viejos archivos de Alpargata. En él se pueden encontrar los comentarios y las opiniones del fervoroso público antes y después de conciertos de la banda a lo largo de españa y los reinos de Taifas. La foto es cortesía de nuestras queridísimas Bonus-Extra, colectivo de artistas visuales que supieron obtener una imagen nítida de nuestras múltiples personalidades simultáneas (...).




-Tú quién te crees, ¿Jim Morrison? (Listillo en Zaragoza)



-Sois Frank Zappa de la rumba (iluminado en Pontevedra)



-Yo tengo unos colegas que son más famosos (Gilipollas en Granada)



-No me acuerdo de nada, pero está guapo (Borracho en Toledo)


-¿Pero tú has tocao aquí? (Imbécil en Badajoz)


-Yo la tengo más grande que el cantante... (Motivado en Orense)


-Pero tú no tienes los cojones que tiene él... (Compañero del motivado, en Orense)


-Hoy no puedo, ¿me das tu facebook? (Estrecha en Lérida)


-Vaya full de grupo (Amigo del Facebook)


-Como les encuentre por la calle les rompo la cara (Amigo del Myspace)


-Es una mierda, pero tienen algo (Tipo consecuente en Vitoria)


-Sólo entro si me dedican una Canción (Golfilla en Castellón)


-Ya no se invitan a más copas a los músicos (Camarera en Madrid)


-Muy bonito pero te podrías afeitar (Madre del bajista en Lugo)


-Te llamaré para mi productora (Embustero en Cádiz)



Y tú... ¿qué opinas?

sábado, 12 de marzo de 2011

La vida del artista

Un día decidí que quería ser poeta (o, más bien, que no tenía otro remedio). Por el camino, aparte de perder a casi todos los amigos que tenía, he sido estafado, robado, engañado, humillado, insultado y lo que es peor, ignorado. Me han llamado inútil, vago, caradura, farsante, cuentista, holgazán, cantamañanas; me han dicho que lo deje, que no merece la pena mi lucha, que acabaré siendo un vagabundo, una sabandija, una sanguijuela, en fin, un parásito. Mientras tanto, he visto gente a mi lado llenarse los bolsillos con mentiras entre los vítores y aplausos del respetable; he visto como la suerte pasaba de largo ante mis ojos mientras yo me conformaba con las sobras, he vaciado todas las plazas, todas las salas, he recibido abrazos que eran puñaladas, he confiado en mis enemigos y les he enseñado todas mis cartas como buen iluso que soy (y seguiré siendo).

A fuerza de hostias he aprendido a sonreír con el cuchillo clavado en la espalda, a aceptar las trampas de los otros, a mantener la calma cuando me estampaban la mentira en la cara, a poner a raya mi orgullo frente a la injusticia que me oprimía. He derramado lágrimas como para llenar una piscina municipal y roto mis nudillos contra las paredes, he sufrido ataques de ansiedad y de euforia, he considerado la idea de terminar con todo (y quiero decir con TODO) más de una vez, pero pocas personas han tenido ocasión de verlo. No creía que mi desgracia fuese una mercancía demasiado valiosa, que fuese un atributo digno de mostrar a la galería como si ésa fuese mi mayor obra de arte, pero nunca se sabe...

Quiero convencerme de que la cosa no va por ahí, aunque me pregunto si esa ansiedad y esa tristeza se presentarían en mi alma si yo fuese un artista reconocido, si cobrara lo que creo merecer por mi trabajo, ¿no buscaría otros motivos para ser un desgraciado, para sentirme maldito?¿No es cierto que hay numerosos artistas exitosos carcomidos por la infelicidad? Puede que me quedase sin argumentos, sin temas de los que hablar. Es más: la felicidad nunca fue algo demasiado atractivo en mi imaginario, ya que siempre he considerado ésta como una quimera. Pero, ¿tienen algo que ver la felicidad y el éxito? Ciertamente, cada vez tengo más dudas de ello... Lo único que está claro es que este blog tiene aproximadamente 7 u 8 lectores y eso, indudablemente, no es un éxito considerable.

Sin embargo, en este momento la gratitud no cabe en mí: sé que son 7 u 8 personas, pero cada una de ellas piensa más y mejor que 500 de las que compran novedades en las librerías. Chúpate esa, Dan Brown...

lunes, 7 de marzo de 2011

Pero mira que eres tonto...

Sé que este blog peligra de convertirse en un lugar para las revanchas personales, pero hay ciertas cosas que, cuando las veo, se me revuelven las tripas. Como decía un franchute llamado Claude Chabrol “La tontería es infinitamente más fascinante que la inteligencia: la inteligencia tiene sus límites, la tontería no” y por eso me es imposible pasar por alto las gilipolleces que me voy encontrando, entre otros lugares, en la red. No voy a dar nombres porque señalar es de mala educación, y no es mi afán el de buscar enemigos, pero no creo ser la única persona indignada por la hondonada de memeces que están invadiendo mi tablón del facebook (un invento del Belcebú, está clarísimo).


La imbecilidad de algunos se abre paso, irremediablemente, a través de los teclados y las pantallas de nuestros ordenadores con una facilidad asombrosa. Están los iluminados que promueven la cultura con faltas de ortografía, los motivados que ponen en su tablón lo que les pasa cada cinco minutos y lo van actualizando, los que van de crecidos y te ponen todos los detalles de lo estupenda y cojonuda que es su vida, los que fardan de sus estúpidos éxitos que le importan un carajo a la gente, los capullos con grupos musicales que te mandan eventos continuamente (no, no voy a ir a tu concierto, pesado de mierda). También cabe destacar a los desvergonzados que cuelgan las 120 fotos de la fiesta de la noche anterior en las que salen borrachos, decrépitos, con los ojos nublados, mirando a la cámara con cara de gilipollas y con una copa en la mano (Punset hizo en su momento una acertada comparación de estas fotos con las de los chimpancés de National Geographic); los que mandan convocatorias de manifestaciones varias y luego se quedan en su casa (sí, amigos, ¿no conocéis la página web de Amnistía Internacional? Echa una firmita electrónica para liberar a los presos de Guantánamo, y acto seguido siéntate en tu confortable sofá del Ikea).


Lo sé, soy un antisocial, una traicionera rata de cloaca, y escribo esto sentado en (¡sí, camaradas, lo habéis adivinado!) un sofá del Ikea. Cuando termine de redactarlo, lo colgaré en mi blog (powered by google) y luego pondré un enlace en el facebook de mi grupo musical (en el que cuelgo eventos a tutiplén) para que todos vosotros podáis criticarme y constatar que yo también soy un mamón con el cerebro del tamaño de una aceituna. Pura vanidad, amigos. Nada más que pura y dura vanidad...


Os juro que no puedo esperar a ver cuánta gente pone un “me gusta”. ¡Qué emoción!